jueves, 5 de mayo de 2016

Laparoscopia ginecológica. Endometriosis y maternidad.(1)

Lo primero que os tengo que decir, es que se llega a este tipo de operación de diferentes maneras.
La primera si tienes tanto dolor y malvivir que es la única solución a tu endometriosis, no te ha funcionado ni las píldoras, ni la inducción de menopausia temporal. Y la segunda es si quieres ser madre y quieres preservar algo de lo que no ha destrozado la endo.

Para poneros en situación padezco endometriosis profunda y quiero ser madre, buf. Dos palabras que no casan nada bien.

Antes de operarme, quería encontrar al especialista adecuado, que en España los hay, sólo hay que buscarlos. Yo escogí al Dr Pere Barri en la Clínica Dexeus en Barcelona.
Fue el único ginecólogo que conocí que me habló desde la calma y su experiencia clínica, hasta encontrarlo fui a muchos, tanto privados como en la seguridad social.
Una de las cosas que me ayudó a decidirme fue el trato en la Dexeus y sus ecogafrías vaginales de media hora y cuando digo media hora no exagero. Ese hombre tiene fotos de mis adentros desde todas las vistas posibles.

El preoperatorio fue como en la mayoría, radiografía de tórax, análisis , electrocardiograma y visita al internista y enfermera.

Como yo tenía afectación el recto, me tenía que tomar el día antes unos sobres para evacuar el colon, con tan mala suerte que me dio vomitona y migraña por no comer, así que tuve que ingresar el día antes y a suero toda la noche. A la mañana siguiente me operaban a las 8, así que a las 7 en pie y duchada con un jabón especial.




Me llevaron a quirófano y hasta las 3 de la tarde no subí a mi habitación por lo que deduzco que empecé a despertarme a la 1 y poco, tiempo después mi madre y mi chico me contaron que la operación terminó a las 11.30.

La operación había salido bien, no me reseccionaron el colon,  así que estaba contenta. Nada más estar en la habitación me di cuenta de que tenía 4 cicatrices, un drenaje en el lado izquierdo y la sonda vesical.

No me podía mover mucho, por no decir nada. A las 6 de la tarde me pusieron una Dolantina (derivado de la morfina) y tenia paracetamol cada 8 horas ( soy alérgica a los Aines).
A la 3ª Dolantina me sentó fatal y empecé a vomitar, así que paracetamol y Celebrex por boca sería mis aliados, el dolor es soportable, pero los puntos de dentro y la grima que da es bastante prescindible.

En el segundo día, vino mi enfermera favorita me retiró la sonda y en media hora me levantó para ir al baño, y lo primero que pensé es que se me caían las tripas al suelo, mis abdominales no me sujetaban y mis pies se arrastraban.

Por hoy lo voy a dejar aquí, he escrito un montón y no quiero hacer la entrada interminable.
Espero que esto sirva de ayuda, como información para las mujeres que no entienden y no tienen claro nada sobre esta técnica.

Gracias por leerme.
Un abrazo